martes, 14 de agosto de 2007

Los criminales


Anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles
de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados,
de los cuales el mundo no era digno; errando por los desiertos,
por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la Tierra:

Hebreos 11:37-38

A otros en cambio les diré: Ustedes son peores.
Tienen el corazón vacío.
Vestidos están de crímenes hasta la médula;
pero se reúnen a invocar los nombres
que ellos conocieron, sin la culpa que a ustedes acusa.

Sin las lágrimas de puercos, brutos gadarenos,
tan hambrientos, pobres, maltratados, cubiertos
de pieles de ovejas y cabras, fugitivos de allá para acá,
sustituyen por sus caprichos a los autenticados
por su fe, su creatividad, su justicia.

¿Qué ofrenda van a dar, a dejar por testimonio?
Ustedes son peores; echaron a Agar al hambre,
al abandono; levantaron un puñal contra el niño risueño,
Isaac de la promesa; ¿para qué hablan entonces?
¿para qué su estado y su sacerdocio?
¿para que su democracia y su humanismo cívico?
¿para qué su chueca lealtad de mercenarios
en nombre del más útil, o el más apto?

Al que todo lo sufre, lo vive y lo declara,
al que se ha dolido hasta la sangre, han ido a buscarlo,
les dieron patadas, abrieron a espada sus vientres.

De Yo soy la muerte

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